Cuando me junté con la Cindy para conversar sobre las fotos de su matrimonio con Marcelo, me contó que los dos eran muy tranquilos, y que querían hacer algo muy íntimo. Y así fue: un día relajado, con los más cercanos, sin apuros, sólo disfrutar, conversar y compartir 🙂
Creo que ya he hablado harto de esta maravilla de campo, de la familia grande y achoclonada que se encuentra aquí siempre para celebrar… Y bueno, esta vez no fue la excepción; nunca decepcionan. Qué gran matri! y bueno, es que como también ya he dicho, nada puede salir mal en un lugar tan bacán 🙂 Con ustedes, Carmen y Carlos! jaja